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domingo, 23 de octubre de 2016

LA AURORA BOREAL DE LA GUERRA CIVIL EN ESPAÑA

El 25 de enero de 1938, en plena guerra civil, tuvo lugar una aurora boreal que fue visible desde toda la península. La luz predominantemente rojiza, ocasionada por el helio y el oxígeno atmosféricos a baja altitud, presentó su máximo entre las 20 horas y las 3 h de la madrugada del día 26.

Aurora boreal


Los testimonios son muy numerosos, destacando el relato de José Luis Alcofar en su libro 'La aviación legionaria en la Guerra Española'. Según Alcofar, en Barcelona después de un día de intenso bombardeo, la moral de la tropa se vio muy afectada por la aparición de esas luces inusitadas.  Un extraño misticismo se apoderó de la ciudad, hablando de milagros y culminando al día siguiente, cuando comenzó a correr el bulo de que se había llegado a un acuerdo con el Generalísimo para que no se repitieran los bombardeos de Barcelona. El optimismo desapareció el día 30 cuando la ciudad fue bombardeada tres veces".

En otros lugares pensaban que la luminosidad se debía a alguna ciudad en llamas por los bombardeos, a las almas de los muertos en los bombardeos o incluso a un arma secreta del enemigo.

El diario ABC del día 26 informó que en Madrid se pensó que se trataba de un incendio lejano. Como desde la ciudad la aurora se veía hacia el noroeste, se pensó que ardían los montes del Pardo. Pero pronto se dedujo, por la altura y gran extensión de la luz, que se trataba de un fenómeno meteorológico.

ABC Miercoles 26 de enero de 1938. Pag 3

El padre Luis Rodés, por entonces director del Observatorio del Ebro, publicó una nota explicativa en La Vanguardia del día 27 describiendo la aurora como un “gigantesco abanico abierto hacia el cielo… de intenso fulgor rosáceo, atravesado por multitudes de bandas de luz más blancas y brillantes, cual si procediesen de potentes reflectores enfocados hacia el cénit”.

La Vanguardia, jueves 27 de enero de 1938. Pag 5.

Naturalmente, aquí, en Villafranca también se avistó y deduzco que tuvo gran repercusión entre los vecinos del pueblo porque a raíz de este hecho sacaron una canción en carnaval, la cual os la dejo plasmada en un video, donde el maestro Pacheco amablemente me la canta y con ello quede reflejado  para nuestra historia,  la repercusión que tuvo este acontecimiento en nuestra villa.

En algunos sectores católicos, la aurora de 1938 se asoció con una profecía de la Virgen de Fátima. En el segundo misterio, revelado por los niños que dijeron haberlo recibido de la Virgen el 13 de julio de 1917, puede leerse: 'Cuándo ustedes vean una noche iluminada por una luz desconocida, sepan que esto es el gran signo dado a ustedes por Dios que él está a punto de castigar al mundo por sus crímenes, por medio de la guerra, el hambre,..'. Naturalmente hubo quien vio en la aurora el gran signo que anunció la segunda guerra mundial y por ello, esta tormenta solar se conoce a veces como la 'tormenta de Fátima'.

Nuestra Señora de Fátima.


Más allá de las interpretaciones religiosas y comentarios meramente supersticiosos, la aurora de 1938 supuso un hito peculiar en la guerra civil española. Un fugaz paréntesis que quizás sirvió para que las gentes elevasen los ojos al cielo, fascinados unos, asustados otros, pensando muchos que hasta los cielos se enfurecían por la barbarie de la guerra.


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