Me cuenta su hijo Antonio
Fernández Redondo, que el apodo de “El Carbonero”, le viene de su padre Pedro Fernández Sánchez,
dedicado profesionalmente a hacer carbón no solo para comercializarlo en el
pueblo, también distribuía por Córdoba capital a través de un socio que tenía
allí.
Antonio, dice que no le molesta
que le sigan llamando a él, “El Carbonero”, es más dice que le engrandece que
se lo digan porque era la profesión de su padre.
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