Hola a todos, me habéis pedido que os cuente algo de mí y de cómo llegué a Barcelona. Yo nací en Villafranca el 19 de Octubre de 1942, me crié en Villafranca y Ribera. Mi padre era el maestro carpintero de Ribera, también fue uno de los maestros que hicieron el Sepulcro. Allí en Ribera conocí a mi marido, José Herrera, natural de La Carlota.
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| Antonia con su esposo José |
En el año 63, José se vino a Barcelona a buscar trabajo, y en el 66 volvió a por mí y nos casamos en Villafranca. Nos vinimos a Barcelona, yo tenía 23 años. Los primeros tiempos fueron difíciles, yo era demasiado joven para afrontar aquello. Muchos días lloraba, me acordaba mucho de mi pueblo y de mi familia.
Poco a poco me fui acostumbrando a vivir en esta tierra que no era la mía, enseguida busqué trabajo, me coloqué en la confección, porque no teníamos de nada, solo juventud y muchas ganas de trabajar, José se colocó en la fábrica de Seat.
Tenemos dos hijas y estamos muy orgullosos de ellas. Han sido muy estudiosas, tienen dos carreras cada una, han hecho filosofía y periodismo. Las dos trabajan en la comunicación. También tenemos un nieto de seis años, que es nuestra alegría y nuestro juguete.
Así han pasado los años, tantos como 44. A veces me pregunto de donde soy. Ante todo me siento española. Aquí estamos bien, siempre nos han respetado. Nosotros también hemos estado a la altura de las circunstancias. No hemos tenido ningún problema, ni de lengua ni de nada. Os puedo asegurar que conservo mi acento y no quiero perderlo, eso es mi identidad.
Os doy las gracias por haberme mando la revista, así veo las cosas que hacéis durante el año, que son muchas. Ya veo lo que habéis progresado, se ve que tenéis un buen alcalde. Nosotros cada vez que podemos nos vamos para allá porque ahí tengo a mi madre y hermanos y mucha familia más.
Me voy a despedir de vosotros con una estrofa de una canción que a mí me gusta mucho:
He soñado que esta despierta y me desperté.
He soñado que iba corriendo y he perdido el tren.
Ya es tarde, ¡¡No puede ser!!
Quién pudiera volver a desandar el camino, ¡¡madre mía!!
Quién pudiera volar y escaparse.
Quién pudiera volver y quedarse para siempre Andalucía.
Antonia Pastor Casado.
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