Alfonso
Torromé Santiago, " El Campeón"
Natural de La Carolina, vivía en Villafranca antes de marchar a Cataluña en el rinconcillo de la calle
Moral, ya ha fallecido. Su apodo le viene dado por las animaladas que hacía
para demostrar la fuerza que tenía, algunas de ellas nos la narra su hijo
Alfonso Torromé Pino, en el video que adjunto, también conocido por “El
Campeón”
Alfonso
Torromé, hijo de "El Campeón":
En los días
previos a las fiestas en honor a nuestra virgen de los Remedios, estaba tomando
café en la terraza del Toleano y en una de las mesas había sentado un señor
mayor que yo. En un principio no sabía quien era, pero pronto empezó a saludar
a vecinos del pueblo y entabló una
conversación con Canillitas, hablando de los tiempos en que corrían con las
bicicletas y de las muchas carreras celebradas en el campo de futbol.
Enseguida me
puse a rebobinar y recordé unas fotos editadas en el Grupo en las cuales estaba
un ciclista que le llamaban “El Campeón” recibiendo un trofeo entregado por
Porritas el que tenía un comercio en la calle Tafur. Por lo que
directamente le pregunté:
.-Usted es de
aquí?, a lo que me respondió afirmativamente.
.-¿Usted es
“El Campeón”?, y me vuelve a responder que sí. Me doy a conocer pero él no me
conoce porque dice que emigró a Cataluña
en el año 1962 con 18 años y yo aún no había cumplido los 6 años.
Me cuenta
que desde que se marchó ha venido muy pocas veces al pueblo, han pasado 30 años
desde que vino la última vez, por lo que cuando ha vuelto a pasear por el
pueblo no se podía imaginar lo que ha cambiado este y lo que se ha extendido y
me comenta, si desde el pollete de los muertos de la esquina de la calle
Cantareros, no había nada y ahora llegan las casas al cementerio, también todo
lo que es la prolongación de calle Moral, la Huerta primera, que llegan las
casas casi a la ermita de la Virgen de los Remedios, los huertos familiares, en
los cuales no había ni una edificación.
Volviendo a
retomar el tema de las bicicletas, me dice que junto con otro amigo del pueblo,
Tomás, los convenció un tal Vicente Luque de Córdoba para que corrieran en la
Vuelta Ciclista de Andalucía y comenta que comenzaron con buena clasificación a
su llegada a Córdoba, pero en la segunda
etapa que era de Córdoba a Ecija, ni rastro de Vicente, quedando solos a su
suerte sin dineros y con solo dos tubulares atados a la cintura; al llegar a
Ecija, le dijo al amigo, mira con el repuesto que nos queda y sin dinero, mejor
que antes de alejarnos más de Córdoba y tengamos la mala suerte de volver a
pinchar, haber que hacemos, lo mejor es volver para nuestra casa.
Dicho y
hecho se dieron media vuelta y se encaminaron para el pueblo y al llegar a su
casa se encontró a su padre leyendo el periódico, donde comentaban la buena
clasificación que llevaba y al verlo exclamó, ¡¡Pero tú que haces aquí!!.
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