lunes, 19 de junio de 2017

EL STRADIVARIUS DEL CARTERO DE VILLAFRANCA ÁNGEL MOLINA MORALES

Sr. Ángel Molina Morales
Foto cedida por su familia


Allá por la década de los 50 había un cartero en Villafranca venido de Villa del Rio, Ángel Molina Morales, casado con Juana Huertas que decían que era familia de Matías Prats. Este matrimonio tenía un hijo llamado Francisco Molina Huertas, casado con una paisana, Juana López Copado y también dos hijas Concha y Estrella, esta última era monja y estuvo un tiempo en el convento de nuestro pueblo.


Gracias a la colaboración de Mari Hidalgo López, he podido conseguir unas fotos de Ángel con su señora Juana, así como de su hija, sor Estrella, esta ingresó en la Congregación de Hijas del Patrocinio de María el 10 de Julio de 1950. Tomó el hábito el 4 de Mayo de 1951, e hizo su Primera Profesión en el Colegio de la Piedad de Córdoba el día 7 de Mayo de 1952. Su Consagración Perpetua fue el 7 de Mayo de 1958. Tras pasar por distintas Casas de la Congregación (El Carpio, La Rambla, Villafranca, Priego...).

Sor María de la Estrella Molina Huertas, acompañada de su hermana Concha.Foto cedida por su familia


Ángel tenía una gran afición a la música, en el pueblo se le conocía por "El Maestro Pichitas"  y cuando su oficio de cartero se lo permitía, se dedicaba a dar clases de música y en algunas ocasiones salía con sus alumnos a dar alguna que otra serenata y con su violín animaba en más de una  boda o bautizo en plan familiar, sin saber Ángel que el violín que tenía era toda una joya, un Stradivarius.

De haberlo conservado más tiempo en la familia, hoy podrían ser millonarios, las últimas subastas  han oscilado entre los 2,5 millones de dólares y el actual récord mundial de precio para un instrumento musical es de 15,9 millones de dólares, alcanzado en una subasta online en junio de 2011 por el violín Stradivarius apodado «Lady Blunt», fabricado en 1721.

Si observamos la foto del violín de Angel, que el periódico ABC inserta en el artículo, veremos la gran similitud que tiene con el subastado por más de 15 millones de dólares.

Violín <<Lady Blunt>>

Violín de Ángel Molina

Ángel murió el 20 de Junio de 1963 a la edad 70 años, sin violín y sin el dinero que debería haber cobrado por su venta ya que fue estafado por el comprador.
La noticia de este descubrimiento fortuito por otra persona y no por él, corrió como la pólvora y pronto se hizo eco en la prensa de varios periódicos entre ellos la Vanguardia y el ABC, artículo que relato de este último periódico con fecha 11 de febrero de 1955:

HALLAZGO DE UN STRADIVARIUS

EN VILLAFRANCA DE CORDOBA FUE ADQUIRIDO POR CINCO PESETAS HACE 50 AÑOS


Foto ABC

L. Conde Ribera: A buen seguro que el famoso inventor cremonense, Stradivarius, jamás pudo imaginarse la fama y el prestigio que, al correr de los años y de los siglos, habían de adquirir los violines construidos por él. El precio de un Stradivarius en la actualidad puede oscilar entre 50.000 y 85.030 dólares. Pero lo curioso del caso es que, entre uno auténtico y otro falsificado por unas manos expertas, no es muy fácil distinguir cuál es el verdadero. Los técnicos se han visto y se están viendo en verdaderos apuros, sin atreverse en muchos casos a emitir un fallo definitivo. Recientemente se ha descubierto en Suiza un escandaloso tráfico de Stradivarius falsificados, tal vez porque en aquel país se produce la mejor madera para construir estos instrumentos. La Policía no descansa en sus minuciosas investigaciones, y están adoptando idénticas medidas Inglaterra, Francia, Bélgica, Italia, Alemania y los Estados Unidos, pues se calcula que el importe del fraude suma muchos millones de dólares. Las ganancias obtenidas por la venta de falsos Stradivarius eran en extremo fabulosas. Comprar un violín corriente, pero bien construido, por unos 140 dólares, sustituir la etiqueta del fabricante por una falsificada de Stradivarius y venderlo en 2.800, era cosa de coser y cantar. Y al ser vendido de nuevo, la suma obtenida era de cerca de 5.000 dólares... Y así, sucesivamente. 

Y ahora, entre todo ese río revuelto de falsificación de violines, nos llega la noticia de  la existencia de un Stradivarius en Villafranca de Córdoba. Y como las noticias de "bulto" hay que aprovecharlas allá nos fuimos a visitar al afortunado poseedor del supuesto Stradivarius don Ángel Molina, cartero y buen aficionado a la música desde hace medio siglo.

Cuando llegamos a la estación de Villafranca, es ya noche cerrada; una noche oscura, densa, apretada. Con nosotros descienden del tren media docena más de viajeros. Y, casi sin dejarnos respirar, nos empujan, medio a la fueran, al interior de una vieja tartana que ha de conducirnos al pueblo, distante cerca de tres kilómetros. El vehículo se pone en marcha, dando tumbos y traspiés, sobre la angosta carretera llena de baches. No nos vemos ninguno de los viajeros y, a veces, uno llega a pensar si estaremos en los tiempos de Luis Candelas y hemos sido víctimas de un atraco.

Luego nos enteramos de que la tartana de marras perteneció "al Guerra", el famoso torero cordobés, que fue adquirida por su actual propietario, Emilio Gallardo, a los familiares del ídolo en 600 pesetas, hace unos dieciocho años.
El viaje cuesta tres pesetas. Hace muy poco tiempo valía dos, pero un día llegó por allí un señor que montó una fábrica de no sé qué y le dijo que debía de cobrar más, que era demasiado barato. Claro que el tal fabricante viaja en coche propio...

Pronto encontramos a don Ángel Molina. Es el cartero, el único cartero de Villafranca, y todos le conocen. No en balde reparte él solito sus 400 cartas diarias.  Desde muy niño sintió gran afición a la música, siendo su instrumento preferido el violín, por una circunstancia casual, como verá el lector.

Natural de Villa del Río, en donde vivía con sus padres, acertó a pasar por allí una tribu de húngaros. Uno de los miembros de la misma, que tocaba varios instrumentos, le vendió un violín a un vecino de la localidad, llamado Antonio Pastilla, por el que tan sólo le pidió una peseta, y el comprador, pareciéndole muy barato, le dio cinco.

El señor Pastilla, a su vez, se lo vendió al padre del señor Molina en 20 pesetas. Hace de esto cincuenta años. Don Ángel Molina, que acaba de cumplir los sesenta y cuatro, vive con su mujer y sus dos hijos en una casita de su propiedad. Y, además de cartero, como buen aficionado a la música, actúa como violinista en determinados festivales tan sólo, bodas, bautizos, casi de una manera familiar.

Y un buen día, en una fiesta de sociedad, alguien, entendido en la materia, toma su violín en las manos, le da vueltas y más vueltas, lo examina detenidamente con una curiosidad extraña  y, abriendo unos ojos de a palmo, le advierte, lleno de asombro: ¡¡Pero si esto es un Stradivarius!!.
Don Ángel quedó de una pieza y la noticia corrió por el lugar con la velocidad del rayo:

-¡El violín del cartero es un Stradivarius, y dicen que vale una fortuna... Cuando le hicimos saber el motivo de nuestra visita, sonrió, complacido, mostrándonos el violín, que examinamos con atención. Efectivamente, el nombre de Stradivarius aparece en su interior, como un enigma. ¿Auténtico? ¿Falsificado? Eso, lo dirán los técnicos.

-No creo que sea falsificado —nos dice-. Este violín fue adquirido hace cincuenta años, y entonces las falsificaciones no...

- Y después de cincuenta años en poder de usted, ¿no se dio cuenta hasta ahora de que era un Stradivarius?

- En realidad no se me ocurrió ni siquiera el pensar que pudiera ser obra del famoso constructor cremonense.

-Entonces, usted cree que...

-Que es auténtico.

- ¿Ha pensado ya en alguna cifra para su venta?

-Pues, que se yo... De momento... No sé, no se...

- Y ofertas, ¿ha tenido alguna?

-Tenga en cuenta que el "escándalo “acaba de producirse. Y por otro lado, este pueblo está bastante apartado de las comunicaciones y que la noticia está casi inédita. Sin embargo, ya me ofrecieron quince mil pesetas.

- Y no se decidió, naturalmente... - Por Dios, señor periodista, ¡un Stradivarius por quince mil pesetas!...

- Pues, buena suerte y al toro.

Interesado por el destino del "violín del cartero" me he puesto en contacto con su familia que me ha informado como el referido instrumento musical fue vendido a un forastero, por un buen precio, sin embargo, el comprador se comprometió a pagarlo a plazos de los cuales solo abonó los primeros con lo cual nuestro personaje fue estafado quedándose sin violín y sin dinero.




Srª. Juana Huertas con su esposo el  Sr. Angel Molina. Foto cedida por su familia


Sr. Francisco Molina Huertas. Foto cedida por su familia



Los hermanos Francisco, Concha y Estrella. Foto cedida por su familia



ABC SEVILLA 11/02/1955 PAGINA 11



ABC MADRID 12/11/1954 PAGINA 41



LA VANGUARDIA ESPAÑOLA 12/11/1954

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