Todos conocéis a Rafael Angel y Mercedes Tubino Solís y quiero que conozcáis la historia de su abuelo, el cual estuvo dirigiendo unos años la fábrica de aceite Las Mercedes, aquí en Villafranca.
He intentado hacer un resumen de lo escrito en un artículo bastante extenso, sobre la vida de José María Tubino Montesinos, del cual me ha llamado poderosamente la atención, las dotes de este señor de cómo concebía las relaciones entre la patronal y el obrero, de su trato humanitario que es lo que a mi entender le llevó a tener el éxito y brillantez de su empresa.
Puede que esta calidad humana, como narra el artículo, fue lo que le condenó a ser fusilado. No entro en ninguna valoración política de los momentos que le tocaron vivir, solo pretendo contar su historia .
Sr. Jose María Tubino Montesinos |
José María Tubino Montesinos nació el día 7 de septiembre del año 1872, en la localidad de San Roque (Cádiz). Venido al mundo en un familia acomodada de la época, poco se sabe de su infancia y de sus años juveniles. Su padre fue alcalde de San Roque, como queda documentado en la inauguración de la estación de ferrocarril de dicha ciudad, acaecida el 6 de octubre de 1890.
Estudia en Sevilla donde obtiene el título de Bachiller. Contrae matrimonio pocos años después de iniciada la veintena con su prima segunda, Carmen Tubino Nájera, natural de Madrid. El matrimonio establece su residencia habitual en la ciudad de Sevilla, donde José María trabaja como director del periódico “La Andalucía”.
Su esposa, fallecerá el día 8 de abril de 1910 en Sevilla, quedando José María viudo y con dos hijas, Adela y Carmen. En 1913 se traslada a Villafranca de Córdoba para llevar la dirección de una fábrica aceitera llamada “Las Mercedes”, siendo su primera experiencia en este trabajo que ya nunca dejaría. José María Tubino Montesinos conoce en esta localidad una joven muy guapa de la que se enamoraría y con la que contrae matrimonio, en segundas nupcias, el 3 de julio de 1914: Luisa Casasolariega de Tienda, natural de Villafranca de Córdoba e hija de Rafael Casasolariega Rodríguez y Catalina de Tienda y Cubero.
De este segundo matrimonio nacería su último hijo, José María Tubino Casasolariega, el día 3 de septiembre del año 1915, en la localidad de Villafranca de Córdoba, donde la familia Tubino había trasladado su residencia –vivían en la propia fábrica– desde que contrajeran matrimonio. Una curiosidad digna de destacar de José María es que al poco de llegar a esta localidad, en la portada de una finca cercana al pueblo llamada “Los Mugrones”, seguramente del mismo propietario que Las Mercedes, sembró dos eucaliptos, uno por cada hija, que en la actualidad se conservan, enormes, imponentes, centenarios testigos de su memoria.
El Sr. Montesinos con su hijo Jose María Tubino Casasolariega |
El 27 de noviembre de 1.916 realizó un viaje a Aguilar de la Frontera para hacer una visita de tipo profesional a la fábrica “Las Puentes” de D. Florentino Sotomayor Moreno. Un año después, el 19 de octubre de 1917, José María Tubino era contratado como nuevo administrador apoderado de D. Florentino Sotomayor. Se establece con su familia en la fábrica aceitera “Las Puentes” de Aguilar de la Frontera y comienza a trabajar en el proyecto de creación de una industria aceitera modélica de ámbito internacional.
Pero, sin duda alguna, lo que llegaría a caracterizar hasta el extremo de lo inverosímil a la fábrica aceitera de “Las Puentes”, en unos tiempos convulsos e irrefrenables en las relaciones laborales mantenidas entre obreros y patronos, serían precisamente las buenas condiciones de trabajo y estabilidad que en la misma disfrutaban los obreros que trabajaban en la fábrica bajo la dirección de José María Tubino, hasta el punto de no protagonizar jamás ningún altercado, huelga o manifestación de protesta en contra de las condiciones laborales en las cuales desarrollaban su actividad diaria. Tanto fue así que incluso en la prensa de la época, esta característica, a decir verdad poco usual en esos años y en esta localidad, era destacada con estas palabras: “...la fraternidad, entre patronos y obreros, conforta el ánimo y el espíritu que se observa entre jefes y operarios”.
Junto a la fábrica se encontraban las viviendas ocupadas por los obreros (casi trescientas personas trabajaban en “Las Puentes”) y sus familias. Y junto a éstas un magnífico campo de fútbol, donde se celebraban encuentros deportivos de una sociedad deportiva compuesta por obreros y patronos y presidida por Luis Ruiz de Castañeda.
José María Tubino, al igual que sus obreros, vivía con toda su familia también en las dependencias habilitadas para tal efecto en la fábrica y decían de él que ...era un caballero muy culto, atento y perfeccionista. Estas características personales, unidas a su afán desmesurado de justicia y equidad, hicieron que en torno a él y a su gestión en la fábrica de “Las Puentes” se construyesen unas condiciones laborales basadas en el respeto mutuo y en la no explotación de los obreros por los patronos.
No era usual en la época que un hombre se encargara de los cuidados de su hijo de dos años, pero se conserva una carta que escribió a su mujer, ausente por viajar a Villafranca, en la que le cuenta en un gracioso párrafo: “...El niño, divinamente: sólo se echó a llorar un poquillo llamándote a la 1 ½ de la madrugada, que se despertó porque tenía una pulga que le hizo unas cuantas ronchas en la espalda. Le hablé, se durmió y despertamos esta mañana a las 8”.
El 18 de julio de 1936 sorprendería a José María Tubino en la fábrica de “Las Puentes”, sería detenido por la guardia civil por una denuncia. Hay quien dice fue denunciado por diversas causas, pero la versión que cobra más fuerza y que siempre su viuda sostuvo como la más probable de todas fue la denuncia y delación de una persona conocida, de quien José María, con su bondad natural, honradez y simpatía nunca pudo imaginar que labrara su desgracia personal y la de su familia.
Fueron a por él y lo encontraron en su casa, en sus ocupaciones diarias, junto a su familia, su mujer e hijos, que pudieron ver como lo detenían. Bajó de sus habitaciones cuando lo llamaron, con calma, con entereza. Al ver lo que estaba ocurriendo y ante la mirada atónita de su hijo, le dijo: “...hijo mío, si algún día te detienen y te llevan, que sea como a mí, por no haber hecho nada”.
José María Tubino Montesinos fue detenido por la Guardia Civil en agosto de 1936. Tras pasar unos días en el cuartelillo de Aguilar de la Frontera, la madrugada del 16 de agosto fue sacado del cuartelillo y, junto a otros seis detenidos, fue fusilado en las tapias exteriores del cementerio de la localidad.
Días después de su asesinato, su hijo José María Tubino Casasolariega sería llamado a filas por el Ejercito Nacional, en el que combatió durante toda la guerra civil. Tras su vuelta, concluida la contienda, continuaría trabajando y viviendo en la fábrica. Recuperado y reintegrado a la normalidad, casó en segundas nupcias con Mercedes Solís Casasolariega en 1944, naciendo de esta unión dos hijos: Mercedes y Rafael Ángel. La familia siguió viviendo en “Las Puentes” hasta 1946 en que se trasladó definitivamente a Villafranca de Córdoba, con su madre, su mujer e hijos, donde establecieron su domicilio particular durante toda su vida.
Comenta Rafael Angel Tubino: “A mi abuela ni siquiera le quedó una mísera pensión para subsistir. En pocos días perdió a su marido y casi a su hijo (mi padre), que, ironías de la vida, tuvo que combatir al lado de los que le habían asesinado a su padre”.
En julio de 2010, su nieto Rafael Ángel Tubino Solís firmó las autorizaciones para la búsqueda, exhumación e identificación de su abuelo, José María Tubino Montesinos, a instancias de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera (AREMEHISA). La exhumación de la fosa número 18 del cementerio de Aguilar de la Frontera contenía en su interior los cadáveres de un total de diez hombres (entre ellos el alcalde socialista de la localidad, José María León Jiménez) y una mujer joven, pero ninguno correspondía con el de un hombre de 63 años. Abierta la fosa número 19, el ADN del cadáver coincidió con el de Carmen Tubino, hija de José María
El día 13 de mayo de 2012 , los restos mortales de José María Tubino Montesinos y los de su hija Carmen Tubino Tubino fueron trasladados por la familia y miembros de AREMEHISA al Cementerio Municipal de Villafranca de Córdoba, donde se inhumaron a las doce y media de la mañana, junto a los de su viuda y madre política.
Antigua fachada de la fábrica Las Mercedes |
Vista aérea que muestra el solar que ocupaba la fábrica Las Mercedes |
Muro de la fábrica |
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