lunes, 7 de marzo de 2016

AÑO 1929. ARDE UN AUTOMOVIL DE LINEA Y MUEREN 14 PERSONAS CARBONIZADAS. 1ª PARTE


La primera publicación que hice en este grupo cuando se creó, el primer día de agosto de 2015, comencé con la publicación de este accidente. Hace unos días cayó en mis manos una foto con el detalle de un monolito de roca, donde aparecían los nombres de los fallecidos en este accidente.

Este monolito formaba parte, junto con una cruz, de un monumento en el lugar del accidente a orillas de la carretera, en homenaje a todas las víctimas.

Restos del autobús calcinado en la cuesta Las Cumbres.





Restos del monolito con el nombre de las 14 víctimas.
Poco debió importar este monumento, cuando se empezó a construir la autovía, que lo tiraron dejándolo sobre las orillas, en lugar de buscarle una nueva ubicación. Por un casual un vecino de un cortijo cercano la encontró semienterrada y al descubrirla un poco se dio cuenta de que era un monolito con nombres inscritos por lo que decidió llevársela, aunque un poco deteriorada, por el contrario la cruz ya había desaparecido o quizás esté más enterrada hecha trozos.

Calle Alcolea, cortejo hacia el cementerio.

Otra instantánea de la comitiva.

Puesto de nuevo a indagar sobre este hecho, tirando de hemeroteca de los periódicos, porque estaba seguro que un hecho de esta relevancia tenía que estar reflejado en algún artículo de prensa de la época, mi búsqueda tuvo éxito y en el ABC de los días 11, 12 y 13 de septiembre de 1929, se hace referencia extensa de este hecho.

Según comenta la prensa el coche de pasajeros que cubría la línea de Montoro a Córdoba, cuando llegó a Pedro Abad, el conductor hizo relevo con un joven de 18 años, conocido por el “Tuerto Bazán”, después se supo que este carecía de licencia y que era su primer viaje.
El relato de los hechos es el siguiente: El accidente ocurrió a las 9 de la mañana del 10 de Septiembre de 1929 entre los kilómetros 379 y 380 de la carretera de Madrid a Cádiz, en una curva llamada "La Cuesta de las Cumbres", término de Villafranca. La causa del accidente se sabe que en las diligencias sumariales figura la declaración del perito mecánico Francisco Ruiz Calvo, vecino de Córdoba, quien manifiesta que, después del reconocimiento que hizo del resto del coche, se desprende que este se hallaba en buenas condiciones, y explica el accidente diciendo que el autobús subía con excesiva velocidad por una pendiente, y al tomar una curva se dio cuenta el chófer de que iba a caer en la cuneta, y, haciendo un violento viraje, motivó el vuelco, produciéndose el incendio por la salida de la gasolina.




Cementerio de Villafranca de Córdoba, año 1929.

Desgraciadamente solo una ventanilla quedó libre para la evasión y fue pronto azotada por las llamas, por lo que solo 4 viajeros lograron salvarse y el resto en número de 14 perecieron carbonizados, 3 hombres, 7 mujeres y 4 niños.


Los cadáveres fueron trasladados al cementerio de Villafranca, donde los médicos procedieron a la identificación de los cadáveres y practicaron las autopsias. El alcalde de Villafranca, por aquel entonces D. Manuel Muñoz Barrio, suspendió todos los actos que se iban a celebrar el último día de feria en señal de duelo y el día 11 se celebró un gran funeral, al que asistieron más de 5000 mil personas a la ceremonia religiosa, dirigiéndose después al cementerio para colocar en el depósito judicial, convertido en capilla ardiente, las coronas enviadas por los ayuntamientos de Montoro, Pedro Abad y El Carpio. Seguidamente se comenzó a dar sepultura a los restos de todos los cadáveres identificados. 

Entre las ilustraciones que adjunto en esta edición, tenéis el monolito donde aparecen las inscripciones de las 14 personas fallecidas y que llevado por mi curiosidad he intentado localizar el lugar donde descansan sus restos pero solo he podido dar con una de ellas, en esta, descansa una madre, Tránsito Villalba Vázquez y su hija Ana González Villalba, pasajeras de este autobús junto con otra hija Dolores, que consiguió salvarse.


Puede ser los únicos restos que quedan en el cementerio de
Villafranca de este accidente, posiblemente los familiares de las
demás víctimas lo hayan trasladado a sus pueblos de origen.

El resto de víctimas no he podido localizarlas, puede que con los años los familiares trasladaran sus restos a sus respectivos pueblos o puede también que algunos permanezcan en otros nichos cercanos a éste y que no tienen ninguna inscripción.
Si observáis alguna de las fotos se puede apreciar en la calle Alcolea el alumbrado de la feria de septiembre. Para el que quiera más detalles del accidente, os dejo los relatos del periódico que se publicaron durante tres días seguidos.


                               Noticias aparecidas en prensa varios días, relatando los pormenores de este lamentable accidente.









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