Hoy se le ha dado sepultura a un paisano, Bartolomé Dios
Pastor, un hombre bueno que dedicó su vida a su familia y en lo laboral al
servicio de todos los villafranqueños con su oficio de cartero que alternaba con
su otro oficio de carpintero, todo era poco para atender a su extensa familia.
Por la época que le tocó ejercer su labor, cuando aún no había correo
electrónico, ni apenas teléfonos y menos aún Facebook, ni WhatApp, las noticias
que teníamos de nuestros familiares y amigos eran todo a través de cartas, las
cuales esperabamos como agua de mayo para saber bien del familiar que había tenido que
emigrar en los años difíciles, de la novia en tiempo del servicio militar o de malas noticias que ya sospechábamos de antemano cuando nos entregaba un sobre con el ribete negro…. De
todo menos de lo que hoy en día se ha convertido el servicio de correos, del
que solo recibimos cartas de los bancos y de nuestros acreedores.
Hoy cuando el
cartero@a nos deja una carta decimos, “Vaya, otra multa”, todo lo contrario de tiempo atrás, deseosos de que
llamara a nuestra puerta para abrir con emoción la carta por ver que noticias
teníamos del remitente. Bartolomé ha sido de los últimos carteros que han
ejercido su profesión durante mucho tiempo en Villafranca, es por ello que no
importaba si la carta tenía la dirección errónea, porque él conocía el paradero
de todos los vecinos de nuestro pueblo aunque el remitente pusiera solamente el
apodo a quien iba dirigida, cosa que ya no ocurre porque los funcionarios
actuales duran poco tiempo en un mismo sitio.
La casualidad hace que el pasado mes de Junio le pedí a su
hija Inma me facilitara unas fotos de su padre y algunos datos de él, porque tenía
interés de escribir un pequeño relato de su padre en mi Blog, dedicado a su
labor como cartero, me pasó algunas fotos
pero pendiente de sus datos. Hoy ante los acontecimientos he querido
con lo que tengo, hacer este comentario
para quede en la memoria de todos los villafranqueños el recuerdo de Bartolomé,
nuestro cartero.
Descanse en Paz
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