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Fosa común localizada en el cementerio de Villafranca de Córdoba. |
Noviembre comienza sus dos
primeros días con la celebración del Día de Todos los Santos y El Día de los
Fieles Difuntos. Seamos católicos o no, es tradición estos días visitar a
nuestros difuntos, adecentar sus tumbas, llevarles flores y solo con una
mirada, conversar con ellos sin hablar y decirles “te quiero” sin decir nada.
Pero en esta ocasión quiero
dedicarle mi atención y recuerdo a unas personas enterradas en nuestro
cementerio que casi seguro ya no las
visita nadie, bien por el tiempo que hace que murieron o porque ya no
tengan familia cercana que les pueda
visitar. Cuando visitamos nuestro cementerio es
de paso casi obligatorio pasar por donde se encuentra la fosa común:
2375/2011 CORD, la cual está
perfectamente delimitada y señalizada con dos lápidas conmemorativa a
los caídos entre 1936-1939, con un total
de 69 nombres que están inscritos en ellas y que cayeron en el frente de
Villafranca.
Ninguno de los que se nombran en
estas placas de granito son de
Villafranca por lo que he querido dedicarle un tiempo e intentar averiguar al menos de donde eran. De este listado, el
número mayor de víctimas son de los años 1937 y 1938, tan solo durante los días 26 y 27 de julio de
1937 hay en esta fosa veinte y tres soldados y otros veinte y cuatro en el año
1938 en el transcurso de una semana, del día 19 al 26 de septiembre. Del año
1936 solo encuentro a un guardia civil, casado y de 40 años de edad, víctima en
una de las terrazas del antiguo colegio Teresa Comino del Barrio Blanco, el día
30 de julio.
Todos tenían una edad comprendida
en un rango de 19 a 28 años, con un porcentaje casi del 100% de solteros y todos
jornaleros, tan solo encuentro con oficio distinto a un panadero, un albañil,
un carrero, un barbero, un picapedrero, un carpintero, un comerciante y
extraordinariamente a un estudiante.
En cuanto a su procedencia, hay
de las ocho provincias andaluzas, con mayor porcentaje de la provincia de
Málaga y de Córdoba que junto con otras provincias españolas, hay de Badajoz
con un número significativo y otros puntuales de Cáceres, Salamanca incluso
de Barcelona.
El lugar donde encuentran la
muerte estos soldados, tan solo en algunos casos se especifican que murieron en
los puestos del cerro Tabaco y las Mojoneras, la mayoría de forma generalizada
se especifica solo en el frente de Villafranca. Como anécdota hay dos soldados
que no mueren en combate, sino ahogados en el rio Guadalquivir mientras se
bañaban en junio de 1938.
Aunque solo sea esto lo que
conozcamos de las vidas de estos hombres, al menos ya algo sabemos de ellos y
que no se limite su recuerdo a un nombre en una fría lápida de granito.