jueves, 8 de diciembre de 2016

LA INMACULADA CONCEPCIÓN PATRONA DE VILLAFRANCA DE CÓRDOBA

Hoy celebramos el día de la Purísima Concepción y como bien dice el título de este artículo, es la Patrona de todos los villafranqueños, en una de las fotos veréis la fachada de lo que hoy es el bar de Pepe Díaz, donde se puede apreciar la hornacina donde había un lienzo con la imagen de la Inmaculada y en conversación con Cati Díaz me ha dicho que es su intención encargar la reproducción de otro lienzo o imagen para colocarla de nuevo.

La Inmaculada Concepción



Y para que sepamos algo de la historia de esta advocación, he cogido unos datos de un artículo publicado por Luis Segado:

Sin duda, la iniciación del culto a la Purísima en Villafranca se debe a los frailes del cercano convento de San Francisco del Monte, perteneciente a la orden franciscana, gran difusora de este misterio. En los últimos lustros del siglo XVI la devoción a esta advocación mariana está consolidada en nuestro pueblo donde en esa fecha existe una cofradía dedicada a la Limpia Concepción de Nuestra Señora.

Lo mismo que en otros lugares, en 1617 los villafranqueños celebran con grandes muestras de alegría la Bula de Paulo V dando luz verde a los seguidores de la Purísima. El 17 de diciembre el concejo acuerda celebrar una serie de actos, el tercer día de Pascua de Navidad, para festejar la promulgación del documento papal. Además de una solemne función religiosa con procesión, hubo manifestaciones festivas en las que no podían faltar las vistosas mascaradas, las chirimías y como colofón los toros de cuerda.

El fervor de los viilafranqueños hacia la Inmaculada alcanza sus cotas más altas a mediado del siglo XVII con motivo del brote pestilente que amenazaba la población y del que venía previniéndose desde 1645. Las estrictas medidas sanitarias y las rogativas a San Sebastián, protector del vecindario, no impidieron que en 1650 la mortífera enfermedad atacará duramente a la villa, que vio disminuidos sensiblemente sus habitantes.

La Virgen de los Remedios en el centro con motivo de sus fiestas, acompañada de la Inmaculada y el Resucitado

Cuando habían agotado todos los recursos impetraron el favor divino procesionando la imagen de Jesús Nazareno y el pueblo recobró la salud:

“...porque siendo munchos difuntos y sus
 muertes muy repentinas, sacando un día del dicho
 año los vecinos a Jesús de Nazareno de su casa y
ermita de señora Santa Ana en prozesión, con toda
 devoción y rendimiento, desde el mesmo día no
 murió ninguno y zesó el dicho contagio".

Como acción de gracias por este hecho, tenido por los que lo vivieron como milagroso, el concejo recogiendo el sentir popular otorgó una escritura pública, el 27 de diciembre de 1651, ante el escribano don Luis de Herrera Crespo, por la que dotaron de una fiesta anual a la Inmaculada a la vez que la nombraban Patrona de la villa.

El concejo no ha olvidado nunca el patronazgo de la 'Purísima sobre la villa, prueba de ello es el cuadro que desde 1671 hasta los años centrales de 1930 había colocado en la puerta del pósito. Asimismo, en la reunión del cabildo de 8 de marzo de 1726 acuerdan adquirir dos láminas con las efigies de la Inmaculada y de San José, para que como patronos, presidieran la sala capitular y unos años más tarde compran una talla de la Concepción para procesionarla en su fiesta.

En 1885 con motivo de haberse librado el pueblo de la epidemia de cólera morbo asiático se costeó, por suscripción popular, una solemne función religiosa, al final de la cual se entonó un `Te Deum". También se programaron una serie de actos festivos para mostrar la alegría del vecindario.

Ya en la pasada centuria resaltamos que una de las primeras imágenes que trajeron a Villafranca, después de la Guerra Civil, fue la Purísima de Martínez Cerrillo y en 1954 con motivo del centenario de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción, costeó el municipio la talla de la Purísima, de la escuela granadina, que actualmente se encuentra en el presbiterio.

Termino este artículo destacando que a lo largo de los siglos los villafranqueños han tenido especial devoción por la Virgen a la que han acudido bajo las advocaciones de la Inmaculada o de los Remedios, la primera como patrona y la segunda como protectora del vecindario. Ambos títulos tienen significados similares, pues según el diccionario de la Real Academia patrona es la protectora escogida por un pueblo o congregación, ya sea un santo, ya la Virgen en alguna de sus advocaciones y protectora es la que protege o la que por oficio cuida de los derechos o intereses de una comunidad.

 
Hornacina que alojaba el lienzo con la imagen de la Inmaculada



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